Luego

Galatea de ti misma enamorada/

Calíope de estrellas que los hombres/

no traducen sin llorar: rodeada de lunas/

soles infinitos de marfil..., como allí/

cuando la aurora se detuvo y miró atrás/

y perdió de lleno la cordura al observar/

como un desierto de halógeno disfraz escondía/

todo cuánto ahora siento que he perdido/

al encontrar que ya no te encuentro/

al recordar que es solo un recuerdo/

toda aquella marea ingenua de cristales/

fundidos en amalgama de astros en rueda/

en esa carreta cósmica y sin jinete/

con el corazón herido de mudo galopar/

saltando el aire vacío de las burbujas etéreas