Reloj de piedra

Reloj de tierra sobre la piedra,
De menesteres clásicos y horas gradientes,
Con los segunderos en paz pero elocuentes,
Hacen del aire un viento de alondra.

Canten coros o sinfonías sin vida,
Para el que calla sin hora y espera,
Son como lágrimas que el sol escondiera,
Bajo luces de mecha enfurecida.


¿Y piensan ahora ustedes, que el Tiempo?
Hablen de paz; ? hablen de guerra ? no hay razón?
En esta tierra ondulante: vibra el diapasón.
Ya no; ya no hay tricornio de oro en el campo.

No hables más vida ajena, en el valle debes callar;
Creer ahora es negar después; anda guarida vieja,
Que andas perdida, realenga con dueño en reja,
Ahora en la caucana añeja se queda el centellear.

Garita solitaria tiene el soldado en el alma;
Pierde ya en su defensa la calma y el pesar,
Prendido en el fuego de esa luna a comenzar:
El claro del alba oscura le da a su brillo la calma

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